(Versos escritos por un maestro de Renedo en el año 1928-29)
Hermoso Valle Valdavia
de tierra fértil y hermosa,
¡Quién pudiera describirte
con esta, mi pluma tosca!
Viajero, si has recorrido
la provincia de Palencia
y no has visto la Valdavia
¡nunca has visto cosa buena!
Por el Valle encontrarás,
como en ninguna otra parte,
frescura, oxígeno y aire
para poder pasearte.
Un río bueno y hermoso
te riega de arriba abajo
y tiene hermosa fuentes
y deliciosos prados.
Montes de mucha caza,
vegas con mucho rango
y unos mozos y mozas
que son del Valle el encanto.
Empiezas por Villanuño
que le separa de Campos
y luego viene Arenillas
que son feraces en grano.
Tiene una iglesia en un alto
pues cuesta un poco en llegar,
tiene mucho labrantío
por rotular el Villán.
Villanuño, Villanuño;
buen personal tiene el pueblo,
tiene personas ilustres,
dos médicos y dos maestros.
Seguiréis la carretera
y encontraréis Villasila
cerca de Villamelendro
que en la Valdavia se miran.
Llegaros a Villaeles
que está sobre fértil vega.
Tiene un magnífico puente
por tener dos carreteras.
Villaeles, muy cristiano;
pues viva la fe de Cristo,
de un pueblo tan pequeño
tenemos un hijo Obispo.
No corramos muy deprisa
que dejamos Villabasta,
por más que vega no tiene
en granos es envidiada.
A Arenillas de San Pelayo
hemos llegado corriendo
y hemos podido apreciar
su hermosa iglesia exconvento.
Hay una tumba en la huerta
que es muy digna de admirar
un brazo de un ser humano
que disecadito está.
Renedo y su hermosa torre
se nos ponen a la vista,
sus grandes y hermosas huertas
que son de aquí la alegría.
Eran las huertas eriales.
Están a la orilla del río
y el señor Luis, que es ingenioso,
las hizo de regadío.
Unos le llamaban loco
otros el tonto de Coria:
le valieron diez mil duros
y les puso cuatro norias.
Es un pueblo muy unido
y de la fe nos socorre,
tiene dos fuentes de piedra
y una magnífica torre.
Nada le ha dado el gobierno
y nadie ha pedido un cuarto,
y para bien de todo el valle
ha formado un sindicato.
Son hombres trabajadores
sin ninguna distinción
y, de árboles de chopo,
plantan cerca de un millón.
La vega cultivan bien,
sin sembrar nada se escapa
y cogen veinte vagones
de magníficas patatas.
Abonos no regatean:
ni vegetal, ni animal,
y les duele un poquito
gastar mucho dineral.
De frailes y sacerdotes
alegría da y no pena,
creo -si mal no recuerdo-
que del pueblo hay la docena.
Vamos andando viajero,
llegamos a Polvorosa.
Verás el monte Cerrillo
que da madera que asombra.
Son los vecinos honrados,
molestarles yo no quiero;
que ayudan a nosotros
que es anejo de Renedo.
De Valles ya me olvidaba
¡Qué desgracia es ser pequeño!
pero tiene hermoso campo
que da unos trigos muy buenos.
Tiene un río muy pequeño
que riega par de vega.
Hubo un abogado ilustre
que fue Don Félix Noriega.
El caserío de Mazuelas
hemos dejado a la izquierda
con su más hermoso soto
poblado de fresca hierba.
Por el soto pas aun río
que de Avión nombre lleva
y es afluente del Valdavia
y nace en Tabanera.
Riega la vega de Ayuela
que es muy nombrada en nabos,
yeguas y mulas quincenas;
y prados muy dilatados.
De curas hijos del pueblo
hay muchos que yo no cuento:
Don Mariano del señor Benito
y el hijo del señor Lamberto.
Buenavista se presenta
y su hermoso panorama,
muy cerca de Barriosuso
que tiene hombres de gran fama.
Barriosuso, Barriosuso,
¿Quién lo habría de decir,
tener dos hijos Obispos
unn pueblo tan pequeñín?
Pequeñín eres, Barriosuso,
pero eres un serafín:
Don Dionisio, que es del pueblo,
fundó el colegio del Latín.
Frailes y curas salieron
como San Pedro guiara
y fue una cosa muy buena
para el valle de Valdavia.
¿Y quienes son los dos Obispos?
-dirás querido lector-
Uno es obispo de Coria
y el otro el Padre Labrador.
Hay dos grandes propietarios
que tiene buen capital:
Don Manuel, Don Agustín,
con fábrica de aserrar.
De Tabanera, señores,
algo tenemos que hablar.
Tiene madera de roble
y mucho ganado lanar.
Aquí está hermosa fuente
donde nace el Avión
y los vecinos, con gusto,
la limpian con ilusión.
Los vecinos ganaderos,
muchos de ellos siembran lino
y en este pueblo nació
el doctor Maximino.
Conocido es de todo el Valle,
la cosa parece ajena,
y hoy está ya de forense
en la hermosa Cartagena.
Del célebre Valderrábano
nada te he dicho, viajero,
te diré que es rico en ganados,
en vacas y en becerros.
Por la orilla del pueblo pasa,
y muy cerca de las eras,
la carretera que va
desde Saldaña a Cervera.
A la iglesia de Buenavista
subí un domingo de mayo
para poder admirar,
desde aquel hermoso alto,
el más bello panorama
que ven los ojos humanos.
Buenavista se presenta
ante mis ojos ufana
y me dice: "Caballero,
del Valdavia soy regada.
Mis buenos e ilustres hijos
bebieron mis puras aguas"
Buenavista, Buenavista,
capital de la Valdavia
por tener buenos comercios
y personas ilustradas.
Tiene médico y botica,
y también Guardia Civil,
buena fábrica de harinas
su dueño: Don Agustín.
Tiene mucho movimiento
por tener dos carreteras:
una de Osorno, que ahí muere;
y otra que sigue a Cervera.
Permite, caro lector,
que de médicos diga algo:
los hijos de Don Herminio
y los del insigne Don Pablo.
A todos queremos mucho.
Buenavista no va a la zaga
y a Don Pablo no le olvidan
ni Renedo, ni Valdavia;
pues todos le conocimos
de estudiante con afán
y las acciones que hacía
a su tío Don Julián.
Tenemos escuelas bien situadas
que Negrete regirá
con su hermosa biblioteca,
mutualidad escolar.
Se me olvidaba decir
que tiene veterinario
y un partido muy hermoso
que produce buen salario.
Pues de curas y frailes
esto es una bendición:
contando el Padre Polanco
se acercan a veintidós.
Siguiendo la carretera
a La Puebla llegarás
y la arboleda que tiene
creo que te ha de agradar.
Por el medio de La Puebla
pasa, pues, la carretera,
muchos vecinos tratantes
y tiene muy buena vega.
Muy cerca del rio Valdavia
con las aguas bien la riegan
y cogen muchas patatas
que a Saantibañez se llevan.
Muy cerquita de La Puebla
luego al Barrio encontrarás,
pasando el rio Valdavia,
al que puedes visitar.
Tiene un puente de madera
y los vecinos anhelan
que algo les de el Gobierno
para edificarlo de piedra.
Tiene los mismos productos
que La Puebla y su confín
y en este pequeño pueblo
hubo colegio de latín.
Cuando llegues a Tablares
ya poco de andar te queda:
es un bello caserío
que está del rio a la izquierda.
No dejes de visitarle,
es muy digno de admirar
pues de ovejas y corderos,
creo, pasan el millar.
Gallinas es una plaga
que el sol con sus rayos dora
y para darse bien cuenta
creo tiene incubadora.
Pues, de ganado vacuno,
no hay quien le gane en liz
pues de carne le abastece
a medio Valladolid.
Hermosos bosques de robles
le cercan al caserío,
veinte mil plantas de chopos
hacen hermoso plantío.
Un hermoso torreón
tiene la casa principal
pero las otras viviendas
nasa tienen que envidiar.
Tiene mucho labrantío,
trabajando muchos hombres.
Salud para Don Agustín
que da de comer a los pobres.
Y hemos andado ya mucho
y llegamos a Congosto
que es donde el Valle termina
para descansar nosotros.
Último pueblo, Congosto,
con sus vecinos honrados.
Tiene bastante renombre
por tener buenos mercados.
Aquí se viene la Peña
casi toda la pernía
que nos quitan de las manos
los cereales y gallinas.
Dieciocho pueblos componen
la Valdavia y este valle,
más dos caseríos
de quien no se olvida nadie.
¡Quién naciera en este valle
cúpole suerte muy grande
pues vió el cielo más hermoso
y el más bonito paisaje!
Eres grande, hermoso valle,
por los variados productos;
pues tienes de muchas cosas
que carecen otros mucho:
Tienes trigo como base
que es el primer alimento
(que casi hay que procurar
antes de matar el puerco),
y también tienes legumbres,
toda clase de cereales,
para poder tener gordos
a tus muchos animales.
Las vegas del Avión
son abundantes en lino
que es el primer elemento
para librarnos del frío.
De patatas nada digo
pues es una bendición.
Y los fréjoles y alubias
son de clase superior.
Tiene peras y manzanas,
nueces y buenas ciruelas;
que el año se pasa bien
sin que uno se de cuenta.
En ganados eres rico
pues de toda clase tienes
y en el campo se ven muchas
ovejas, cabras y bueyes.
Tus prados son abundantes
y hierba de sobra dan
para cuidar los ganados
y en ellos apacentar.
En las aguas de tus ríos
se crían varias pescas:
truchas, barbos y anguilas,
relampijas y mermejos.
¡
Nada digo de cangrejos!
Eso parece una plaga...
Que a pacer saldrían fuera
si tanto no se pescaran.
¡Quién pudiera ser poeta
y poderlo remediar
para cantar hermosuras
como Gabriel y Galán
que con un alma sencilla
del mundo se hacen admirar!
Siento no poder tener
una clara inteligencia
y no haber explicado bien,
y de una manera seria,
la más hermosa poesía
que este hermoso valle encierra.
Mis cariñós y respetos
para todo el Valle entero
y jamás olvidaré
a este pueblo de Renedo.
Adiós pueblo de Renedo,
el amor de mis amores,
paciencia tengamos todos
ya vendrán tiempos mejores.
¿Dónde están las alegrías
que a Renedo traje yo?
Un hombre, sin darse cuenta,
de las manos me quitó.
Honor, riquezas, placeres,
fugaces pompas del mundo...
¿qué sois después de la muerte?
aire, sombra, polvo y humo.
Adiós vecinos y niños.
Si falté pido perdón.
Si me alejo de vosotros
ahí queda mi corazón.